domingo, 24 de noviembre de 2013

Culpable.

No entiendo a la gente que promete el cielo aún siendo consciente de que no le quedan ganas de cumplir. Es un bucle absurdo que rebosa mentiras y palabras vacías. No entiendo esa motivación de saber que alguien te espera, esas ganas de hacer daño. 
No entiendo el egoísmo al decir "te echare de menos" cuando es evidente que eso jamás va a pasar. 
Jamás comprendí la facilidad de jurar lealtad cuando escondes un cuchillo y cuando en verdad ni siquiera importa 
Cuales son los bandos a elegir. 
No entiendo la mentira, las ganas de estafar, los motivos que llevan a uno a herir un alma sin tener en cuenta nada. Porque un alma rota no se puede recuperar. 
Bien decían que si un hombre quiere, quiere. Si puede hacer de todo para hacerte rabiar, porque no puede hacer de todo por verte sonreír? No hay nada más bonito que ser el motivo de una sonrisa. 

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